Aún a riesgo de tener un conflicto con la “Zesty” la ruta de
hoy iba a ser con una bicicleta de carretera y por carretera. Si, ya sé que
siempre digo que no me gusta meterme por carretera. Esa máxima es válida para
las rutas con la gorda, pero por motivos evidentes hoy no valía; por eso diseñé
una ruta de carretera a mi medida, es decir: poco tráfico. Además estaba el
aliciente de salir con un futuro campeón del Tour, y cuando alguien me llame
visionario, yo enseñaré con orgullo las fotos de esta ruta con mi sobrino
Salva. Pero vamos a desgranar la ruta.
Me calzaba las zapatillas prestadas para comprobar lo
difícil que resulta andar con ellas, los resbalones constantes antes de subir a
la bici no presagiaban nada bueno, subido en la bici menos aún. La suela lisa y
también el pedal hacen que solo tenga apoyo en la propia cala, así que al sacar
el pie e intentar apoyarlo en el pedal los resbalones casi me descabalgan de la
bici. Luego la posición, la distancia a un manillar hundido más allá de la
potencia para complicar la direccionalidad de la bicicleta, la posición de los frenos
que se empeñan en no estar en su sitio sino en el último extremo de la cabra
del manillar. Y el cambio. Ese cambio de palanca en el cuadro. Buscarlo con la
vista y ya de paso comprobar que elijo el desarrollo deseado es arto difícil,
para colmo tener que soltar una mano para cambiar y otra para controlar la
dirección se complica al ejercer fuerza sobre los pedales que tienden a
desestabilizar la bicicleta. En fin, toda una odisea en los primeros 400 metros . Salva, tira
para casa que ya se ha acabado la ruta, estaba a punto de decirle si le hubiera
hecho caso al pensamiento que cruzaba en ese momento por mi cabeza. En vez de
eso pedaleo el siguiente metro de los más de 85.000 que aún me quedan por
delante. Para salvaguardar un último atisbo a mis raíces bikers llevo a la
espalda la nada cómoda y antiestética mochila con mi bocata, cervecita y un
largo etc. de “trastos” varios. Salimos de L’Eliana por la carretera de La Pobla , de allí a Benaguacil
donde atravesamos el pueblo dejando La Montieleta a la izquierda y el carril bici que
normalmente tomamos hacia Llíria a la derecha. Seguimos la carretera para
llegar a la rotonda y tomar la tercera salida en busca de Pedralba. Un alto en
el camino para regular la altura del sillín a ver si me permite pedalear más
redondo y por tanto menos saltarín sobre el sillín. Ya en esta carretera
minimizamos los peligros del tráfico. Ya hemos entrado en el terreno
“tranquilo”. La bajada trasera de Santa Bárbara la dejamos pronto atrás así
como aquella senda que le enseñé en su día en aquella primera salida.
El
terreno empieza a picar por primera vez hacia arriba y veo las limitaciones de
desarrollos que tiene esta bici. Pronto me quedo sin más hierros y la potencia
suplirá a la maña, no queda otra. Llegamos a la carretera de Llíria a Pedralba
y vamos a la izquierda hacia este último. Otro repecho y luego la bajada. Al
frente comenzamos a ver el inenarrable desastre del incendio de Chulilla que
llegó hasta la entrada de Pedralba. La bajada me impide fijarme con más
detalle. Tras el stop izquierda y seguimos bajando para entrar y cruzar el
pueblo en dirección a Bugarra. Pasamos junto a polideportivo para ver que la
enorme arboleda junto al río también se ha visto seriamente tocada por el
fuego. Incluso aquel paraje de fuente la zorra al que veníamos cuando yo era
pequeño ha sido consumido por el fuego a la vista de cómo está el barranco.
Comenzamos la subida mientras al otro lado del río el Aliagar muestra la tierra
desnuda y ennegrecida por la ceniza filtrada en la misma piel de la montaña.
Conforme nos acercamos a Bugarra la magnitud del desastre se multiplica de
forma exponencial. Tras subir ahora toca bajar este tobogán hacia Bugarra, uno
más de los varios que ya llevamos y de los muchos que aún nos quedan. Pasamos
junto al pueblo, apenas rozándolo por la parte de arriba y buscamos la
carretera de Gestalgar un poco después. Solo la vegetación de ribera en el
cauce del río parece haberse salvado del desastre, las montañas a ambos lados
están arrasadas, calcinadas hasta los cimientos; heridas de muerte que no las
afectan a ellas sino a nosotros. A las montañas al fin y al cabo les da igual
tener un aspecto que otro, oler a romeros o a ceniza, un paisaje exuberante de
vegetación y que nos aporte oxígeno y aire limpio o todo lo contrario, a
nosotros no nos da igual, por más tontos que seamos y pensemos que sí. A la
salida del pueblo dejamos a la derecha la carretera que va hacia la CV-35 y nosotros seguimos
hacia Gestalgar entrando en otro tramo de toboganes que me obliga a constantes
e incómodos cambios de desarrollo o bien a arrastrar desarrollo desgastando la
musculatura, en cualquier caso cansancio acumulado.
Pegados a la montaña el olor
a quemado se instala en la nariz, el panorama es dantesco. Por fortuna la ruta
de hoy tiene otro carácter y me obliga a seguir dando pedales, es lo que tiene
la bicicleta de carretera, así que me obligo a dar pedales y dejo la
observación del panorama en un seguidísimo lugar pues los tramos de bajada me
obligan a estar más atento a la trazada que a otra cosa, la posición es tan
diferente en esta bicicleta a la de montaña que voy un poco descolocado, a
estas alturas ya tengo más que claras las bondades de la “gorda”. Giramos a la
izquierda para cruzar el Turia y comenzar la subida fuerte del día. A la
izquierda queda el conocido camino a Bugarra de la ruta: http://rodaipedal.blogspot.com.es/2007/12/pedralba-bugarra-gestalgar.html
Todos los paisajes de esta ruta están hoy arrasados por el fuego, nada queda
(excepto la parte del río de Bugarra) de aquellas arboledas ni de la vegetación
de monte bajo. Un poco más adelante queda a la derecha el camino de la Peña María también de
la ruta mencionada. Al iniciar la subida puedo comprobar con alegría que en
esta zona el fuego no llego a entrar, es una zona de bosque y parece ser que se
ha salvado esta vez. Otra vez todo metido y Salva esperándome en la subida. El
desarrollo de esta bici es muy corto en comparación a la btt, eso me obliga a
redistribuir toda la fuerza y tirar más de potencia que de cadencia, aunque es
cierto que esa suele ser mi forma de pedalear, es distinto verte en esa
tesitura por obligación a que sea esa tu elección. En fin, no queda otra y ya
veo que no subiré hasta el Campillo, no quiero forzar más los caballos ya que
aún queda toda la vuelta y otra buena subida camino de Cheste.
Poco a poco llegamos al final de esta subida y el desvío hacia el
Campillo. Este es mi cuarto paso por este camino y tengo un lugar privilegiado
en el que almorzaré mientras Salva hace la subida. Las vistas que presenta
aquel trono que sigue presidiendo el bosque y que apuntalé en mi primera visita
no son tan espectaculares como lo fueron en las ocasiones anteriores, el
espeluznante viaje del fuego por el bosque no tiene nada de bonito y los
esqueletos de árboles calcinados infundes escenas de terror ya en vísperas de
Halloween.
Intento ver más allá del desastre, intento pensar que este verdor de
este lado de la montaña no tardará en poblar las laderas ahora desoladas al
otro lado del río. La naturaleza una vez más ganará la partida, hasta que uno
de los rivales decida romper el juego con un órdago a la grande. Miro la línea
del camino para ver si Salva ya llega arriba y me sorprendo de ver un puntito
que sube y sube y sube. Ya está casi arriba el tío, está tan lejos que la
cámara ni lo capta. Cuando vuelvo a mirar en vivo ya está bajando, ni se ha
parado a mirar el paisaje, no es eso a lo que ha venido, no es ese el rollo de
la bicicleta de carretera. Voy a acercarme a la carretera o no me va a ver, ya
que estoy unos metros metido en la montaña. Mientras recojo los trastos del
almuerzo y me acerco lo veo que ya está esperándome en la carretera,
impresionante como ha bajado el tío.
Nos hacemos la foto de grupo de toda ruta
y ya tengo mi foto con el campeón, uno de estos días le diré que me la firme. Volvemos
hacia la carretera, giramos a la derecha e iniciamos el descenso hacia el
barranco. Es un tramo corto pero divertido por la pendiente que hay en las
últimas curvas. Nada más cruzar el barranco comienza la última subida
importante de la jornada, aunque aún quedarán varios repechos y toboganes. La
subida me pone a pagar con un dolor en la rodilla izquierda la parada del
almuerzo. Volver a encontrar la posición no ha sido tan fácil y al haber
enfriado la musculatura esta lo empieza a pagar ahora. Le voy explicando a
Salva algunas anécdotas de las rutas por la zona, tanto mías en solitario como
con el grupo.
Y así vamos llegando al final de esta subida, coronamos para
encontrar un largo y suave descenso hacia Cheste, un tramo que invita a dar
pedales para mantener una buena velocidad de crucero. Encontramos la carretera de
Chiva y casi enseguida a la izquierda, junto al barranco Grande, encaramos
Cheste. En las rotondas buscamos Vilamarxant y a la salida del pueblo tomamos
la carretera de Pedralba. Otra carretera con poco tráfico que nos permite rodar
tranquilos sin estar todo el rato pendientes del tráfico. Es la última zona de
toboganes, luego vendrá el desvío a la derecha hacia Vilamarxant por la
carretera del Mas de Teulada. Encaramos la larga y conocida recta de la caseta
mientras comentamos el tiempo que hace que no vamos. Yo sigo sufriendo con mi
rodilla mientras él juega a hacer sprints y caballitos para no aburrirse
demasiado. Atravesamos Vilamarxant, cruzamos el puente sobre el río y giro a la
derecha hacia Benaguacil. Desde aquí ya huelo el final de la ruta y me obligo a
pensar que esto se acaba por el mismo camino por el que hemos venido esta
mañana. En definitiva constato que la adaptación a la bicicleta de carretera es
más complicada de lo que creía y que no cambio mi gorda por una flaca. Ya en
casa tocará darle a la Zesty ”
las explicaciones oportunas y buscarle una ruta para la próxima semana que
compense este desaire y buscar así el perdón a través de la redención.
TRACK DE LA RUTA: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3543559
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tus comentarios sobre la entrada. Puedes opinar, estar de acuerdo o no con los comentarios y opiniones pero por favor se respetuoso en tus comentarios.