miércoles, 24 de agosto de 2011

Losa del Obispo-Escalinata del Canal del Turia (Casinos)

Esta fue una de las últimas rutas preparadas antes de comenzar las vacaciones. Ya hacía tiempo que quería recorrer el canal principal del Turia igual que lo había hecho con el del Júcar-Turia http://bikepedalvalencia.blogspot.com/2010/12/el-verano-pasado-recorriendo-las-rutas.html Incluso antes que aquél esta ruta estaba dando vueltas por mi imaginación, pero siempre encontraba alguna otra ruta que posponía el enfrentarme a este reto. La ruta prevista no era todo el canal ya que los primeros Km. desde que sale de Benageber hasta llegar a Losa son un tanto erráticos y tortuosos. Además eso obligaría, otra vez, a que alguien me llevara al inicio del canal y me recogiera al final. Así que preparé una ruta corta para conocer esta parte “más montañosa” antes de llegar a la planicie del Camp de Turia donde el recorrido se hace más fácil. Pero vamos a comenzar con la ruta que es el propósito de esta crónica.

Salía en coche hacia Losa, pues llegar hasta allí desde Calles en bici no es tarea ni sencilla ni corta como comprobé en una ruta reciente. Aparco junto a la piscina y me enfrento de salida con una rampa asfaltada que se encarama hacia la sierra del Tarragón. Es una rampa corta pero de una intensidad brutal nada más comenzar a pedalear, aún sin calor ni ritmo en las piernas. Las pulsaciones se disparan y jadeo en busca de aire a las primeras de cambio. Estos, como no podían ser de otra manera, están al máximo de multiplicación y muevo las piernas con el molinillo para empezar. Pronto, la cadencia cae en picado y no hay más remedio que arrastrar el desarrollo hacia arriba. Llegado a esta máxima altitud comienzo un llaneo. El camino pierde en muchas ocasiones la orilla del canal y zigzaguea entre los campos.  
Paso una serie de lagunas que hay en toda esta zona, no parecen igual que las de las canteras abandonadas; no hay restos de actividad minera. Luego bajo para cruzar la carretera de Villar a Bugarra.  
Villar se asoma a lo lejos dejando ver tras de sí la muela. 
Aquí el canal y el camino ya se unen en un maridaje casi perfecto. Una gran variedad de cultivos se suceden a lo largo de los Km. e incluso algún rebaño de ovejas sale a mi encuentro. Luego llego a otra carretera que tendré que cruzar, la de Villar a Chulilla que pasa por Vanacloig. Una inmensa fábrica de ladrillos eleva su polvorienta actividad al cielo.
Poco después llego a la rambla Castellana para cruzarla junto al acueducto del canal entre una inmensa y preciosa arboleda a la que le falta, al menos desde el camino no se ve ni hay señales, un área de recreo o alguna zona de descanso. Allí mismo si hay una señal que indica el itinerario cultural de “las edades del hombre”. 
Enseguida cruzo la CV 35 por un paso elevado que ofrece buenas vistas de la serranía perdiéndose a lo lejos con la cicatriz que produce en su fisonomía la carretera. La parte sur de esta carretera es la planicie en la que se asientan las bodegas de Vanacloig, toda esta zona es un inmenso campo de cultivos.


Enseguida cruzo la CV 35 por un paso elevado que ofrece buenas vistas de la serranía perdiéndose a lo lejos con la cicatriz que produce en su fisonomía la carretera. La parte sur de esta carretera es la planicie en la que se asientan las bodegas de Vanacloig, toda esta zona es un inmenso campo de cultivos.
Las montañas de Zalagardos se acercan conforme avanza la ruta y el camino de servicio del canal entra en esta enorme y desconocida pinada. El canal se interna entre los árboles y entre la montaña, se mueve como pez en el agua y gran cantidad de túneles se abren en las montañas por las que discurre. A la vista de uno de estos túneles paro a almorzar antes de emprender la parte de bajada.
Paso una antigua cantera de piedra en la zona más al sur de la pinada. Luego empiezo a girar a la izquierda ciñéndome a la loma de la montaña y el camino toma rumbo norte. La planicie del Camp de Turia, que se nutre de este canal ya es visible, o al menos predecible, entre la bruma nacida del calor. Urbanizaciones y chalets se asoman al camino.
El rumor del agua corriendo por su propia autopista es un estimulante y refrescante analgésico contra el calor y los Km. Intuyo cerca la Escalinata.
Y antes de darme cuenta estoy en el camino que me deja frente a ella, justo al otro lado de la zona a la que llegué en mi anterior ruta hasta aquí desde Riba Roja.
Aparezco justo arriba de la escalinata que derrama, en cascada, cantidades ingentes de agua como una preciosa cortina de plata. Aquí la rueda trasera dice basta y ya no aguanta más. Hace días que pierde aire a lo largo de la ruta y llega a casa de milagro. Hoy a mitad de camino ya está completamente deshinchada. Debajo de la escalinata y con menos de un Km. recorrido vuelve a estar seca. Esto hace inviable la vuelta que tenía prevista por Casinos-Torreseca- Bodegas del Nuevo Mundo y Villar. Así que decido tomar el carril bici y llegar lo más recto y rápido posible a Losa y dar por concluida la ruta.
El carril es fácil de rodar y aunque comienza con una interesante subida no se hace pesado. Lo peor es que la bici me culea por la pérdida de aire de la rueda y no tengo ni tracción ni trayectoria, casi voy haciendo eses. Tengo que parar otras 5 veces a hinchar la rueda antes de concluir la ruta.
En definitiva me quedo con esta media ruta que me da la escusa para hacer otra tentativa y recorrer, las montañas que ahora veo al otro lado de la carretera, y que me acercarán a las conocidas bodegas y o otras que se quedaron en el tintero.







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