Empezaba el año a lo grande, con una de esas rutas largas e
interesantes en muchos aspectos. Iba a tocar una buena parte de caminos
conocidos, pero es que saliendo desde Riba Roja ya no puede ser de otra manera.
Así que me limito a disfrutar de algunos de los parajes cercanos que aunque
pases mil veces no dejan de sorprender por su belleza, y a veces por su
simplicidad; es como que están ahí para que los disfrutes sin pedirte nada a
cambio. Sin embargo esa contemplación no me hacía ir despacio ya que la ruta es
larga y las horas de luz escasas y hay que dejar un margen de maniobra para
poder volver de día. Tampoco es que, volviendo por el camino del río, me
preocupe mucho que se me haga un poco tarde, el camino no presenta ninguna
dificultad ni peligro e incluso podría apurar la hora, pero ni es el caso ni lo
recomiendo y no porque valga o pueda valer para mí es un tema a descuidar.
De inicio el camino del río para
hacer casi el mismo recorrido que en la ruta a Bugarra: http://bikepedalvalencia.blogspot.com.es/2011/07/ribaroja-bugarra-fuente-la-zorra.html con un par de excepciones pues quería
atravesar unas montañas por la zona norte de Bugarra, pero me encontré con una
cantera que me impidió el paso y luego, ya puestos a perder tiempo, decidí
acercarme a la fuente de La Hortezuela para almorzar allí ya que es un sitio
bonito, y luego por la carretera, que como tiene poco tráfico iba a ser una
travesía rápida hasta La Seña de Villar del Arzobispo, el poblado íbero que iba
a visitar en primer lugar. Así que rodaremos rápido hasta allí que el camino ya
es de sobra conocido y no volveré a insistir sobre lo mismo.
Tras cruzar la
carretera Pedralba-Casinos giro a la derecha alejándome del camino de la
anterior ruta, es una zona de caminos agrícolas asfaltados que no presentan
ningún inconveniente y que dejan bonitas estampas de la sierra de los Bosques.
Así llego a un corral en ruinas y allí a la izquierda el camino que quiero
probar. Intento atacar el camino nuevo que había marcado pero encuentro una
cantera que me cierra el paso, está abandonada y se puede entrar, pero vas a
meterte en el hoyo y al otro lado no se ve ni suele haber salida, así que
marcha atrás y vuelvo al camino, lo intento en un segundo camino con el mismo
resultado y con la rabia de no poder hacer ni siquiera el intento sigo el
camino conocido hasta la fuente. Junto a la cantera se dejan ver los rastros de
los incendios recientes, por fortuna no llegaron a quemar los Zalagardos. Hay
un camino a la derecha que te ahorra el llegar hasta la fuente y el tramo
posterior de carretera. Este camino sería uno paralelo al que quería intentar
pero como no lo tenía marcado al final decido recorrer más distancia pero
llegar a la bonita fuente.
La tranquilidad en la fuente es algo increíble, solo
el agua rompiendo la superficie líquida de la poza donde cae deshace el
silencio de ese entorno. Tras el almuerzo he cogido fuerzas y bajo hasta la
carretera a las afueras de Bugarra por el antiguo y abandonado campo de futbol.
Allí a la derecha hacia Villar por la CV-396. La carretera parece un camino
vecinal de tan poco tráfico que tiene y el asfalto, a pesar de ser más aburrido
es más rápido, y con el tiempo que he perdido con la vueltecita que he dado ya
tengo bastante. Hago una primera subida tras la bifurcación de la carretera que
va a Gestalgar y que he dejado a mi izquierda. Asomo a una primera llanura de
cultivos y cruzo un cuello de botella entre los montes que me dejarán en la
llanura cultivable de las Bodegas de Vanacloig. Ya solo rompe el llano paisaje
los montes de los Zalagardos a mi derecha adelante y el cerro gordo a mi
izquierda como una atalaya solitaria en medio de este mar de viñas y llanura.
Al poco de salir a esta llanura un viejo aljibe a la orilla de la carretera me
obliga a parar y observar la arquitectura rupestre. Cómo la utilización de los
elementos que tenían a mano era capaz de crear aquellos artefactos que nuestros
antepasados necesitaban. Hoy esto sería un depósito de acero prefabricado y
montado in situ con una gran grúa.
Poco después a la izquierda un gran corral
abandonado también llama mi atención y me hace desviarme del camino para
observarlo de cerca, quien sabe si volveré a visitar esta zona y en caso de
hacerlo si este viejo edificio estará aún en pie. Otra vez en la larga recta.
Velocidad de crucero y a comer km. como si estuviera loco, el asfalto da para
poco más, eso sí puedes observar el paisaje con toda tranquilidad pero casi no
lo sientes y por tanto no lo vives, pero cada vez hay más caminos asfaltados y
otras veces la evidencia de ganar tiempo te hace sucumbir a la tentación. Enseguida
la altura del Cerro Gordo queda a mi izquierda como una tachuela mal clavada en
mitad de la llanura, solitaria y sin caminos que la hagan accesible. Ahora,
documentándome tras la ruta descubro que a sus pies hay un aljibe medieval. Tras
esto a la izquierda de la carretera comienzan a aparecer casas y corrales hasta
que un gran grupo de casas vuelve a llamar mi atención.
Una blanca fachada y un
tejado venido abajo. Llego al camino que se adentra a la izquierda y me acerco
a ver las viejas casas.
La Casica de 1929 es todo lo que reza en la fachada,
luego buscando información veo que es el cortijo de Roger, una casa de veraneo
con grandes extensiones de cultivos en donde se instaló un aeródromo
republicano durante la guerra.
Junto a la casa un refugio antiaéreo con dos
entradas y que desde fuera se ven en buen estado de conservación. No así la
casa que presenta un lamentable estado de abandono y semi ruina, así como el
resto de edificios del conjunto. Esta casa, o mejor dicho el aeródromo y los
bunkers están señalizados como parte del itinerario cultural La huella del
hombre: http://blog.valenciaterraimar.org/index.php/2013/12/ruta-de-la-huella-del-hombre-en-villar-del-arzobispo/ por el ayuntamiento de Villar, es una lástima
que no se rehabilite algo la casa. Vuelvo a la carretera con la ilusión de
haber encontrado algo totalmente inesperado, un valor añadido a la ruta de hoy.
Giro a la izquierda y me dirijo hacia el poblado íbero, pero en el siguiente
cruce una señal me indica al aeródromo, claro, yo allí mismo no sé nada de esto
y sigo la señal, en el siguiente cruce, junto a una pequeña barraca de chapa, otra
señal indica direccionalidad pero no dice a donde va ¿…?
Qué pasa aquí?
intuyendo que puede ser el mismo sitio del que vengo decido girar a la derecha
y entrar al poblado por la parte de atrás desde la carretera de servicio. No será
posible ya que solo hay un acceso que además no está indicado desde la vía de
servicio paralela a la CV-35, es por eso que en una anterior ruta por esta vía
de servicio no había llegado hasta dicho poblado ni conocía su existencia, y es
una lástima que estando a 50 metros pases por allí sin enterarte. Lo encuentro
en el punto exacto donde me dice el “Treki” que está.
El poblado está partido
en dos por una acequia o canal que deja una pequeña parte junta a la carretera y que es la que se ha
rehabilitado. Un panel interpretativo nos sitúa en las actividades de sus
gentes para conocer un poco mejor su/nuestra historia. Tras las fotos tomo el
paso inferior que me llevará al otro lado de la autovía. Voy un poco por la vía
de servicio y junto al canal giro a la izquierda para adentrarme en los
caminos.
Luego me acerco hasta un antiguo horno que se ha habilitado como
basurero, vamos, casi lo mismo que los arcenes de las carreteras valencianas.
De ahí paso por un pequeño campo de aviación para aviones de aeromodelismo,
similar al de Cheste. Ahora ya sigo el camino hasta la CV-345 entre Villar y
Casinos. La tomo a la derecha por el arcén y con bastante tráfico de camiones,
por fortuna casi todos en sentido contrario. Pero eso me dice que más pronto o
más tarde volverán. Así que acelero en este tramo de ligera subida y mucho más
en el tramo de bajada.
Nada más salir de la parte más montañosa a los cultivos,
la carretera hace una isleta para facilitar la incorporación o el desvío a la
izquierda, tomo esta salida que pasa por delante de una fábrica de tratamiento
de áridos, poco después un gran puente sobre la rambla Castellana o de Artaj
con una interesante panorámica. Tras cruzarla giro a la derecha y acompaño la
monumental rambla que aquí tiene proporciones grandiosas. Poco después sigo el
camino asfaltado que se separa del barranco y comienza a rodear la atalaya
donde está el poblado. Llego a otro cruce: delante el área recreativa de la
Torre Seca. Giro a la izquierda y busco algún camino a la izquierda que
comience a subir. Encuentro un camino algo destartalado pero que con potencia y
eligiendo la trazada se puede subir bien. Este me llevará hasta una primera
muralla defensiva de piedra, el resto ya no es ciclable pero ya estoy arriba.
Recorro el recinto; en la parte más alta se ha levantado un mojón que no parece
tener nada que ver con el poblado.
Se puede observar parte de las murallas
defensivas, pero nada de lo que pudieran ser las viviendas, así que como
poblado no se puede llegar a identificar, aparte de que nada, ni una sola señal
indica que aquí hubo un poblado íbero, pero es ameno y revelador este texto: http://adictosavivir.blogspot.com.es/2012/07/la-torre-seca-casinos-valencia.html
Hago las
fotos de rigor, teniendo una vista privilegiada de la escalinata del canal del
Turia allá en Casinos en la parte norte de los montes Zalagardos , así como una
bonita panorámica de la Monrabana (otro poblado íbero) y de Llíria y el mar
más al fondo, hoy tapado por la neblina. Emprendo la bajada con la precaución
que impone rodar entre pedrolos grandes. Llego abajo y hago una paradita en el
parque para reponer fuerzas y ver más detenidamente el aljibe aunque de tiempos
más modernos. Pongo rumbo a Casinos, en donde me maravillaré con un par de
casas tras pasar por su moderna iglesia y su campanario a modo de faro.
Recuerdo ahora el infernal tránsito por dentro del pueblo antes de la autovía, era
algo imposible entre los semáforos y la gente parando a comprar peladillas, hoy
casi parece un pueblo fantasma comparado con aquellos domingos de locura.
Callejeo buscando acercarme al barranco y ver el profundo tajo que la fuerza
del agua ha infligido al terreno.
Un cañón estrecho y profundo donde la fuerte
corriente no conocería límites es algo espectacular. Encuentro un camino que
baja y lo tomo para recorrer lo máximo posible esta rambla. Poco después
encuentro algunas pozas que se forman tras la caída del agua desde la
depuradora. Paso entre unas piedras procurando no mojarme lo más mínimo y voy
salvando algunos pequeños obstáculos hasta que el camino se hace perfectamente
ciclable.
Poco a poco se va ensanchando el cauce y solo alguna pequeña trampa
de cantos rodados muy sueltos me hará bajar la velocidad. Llego enseguida a la
zona de las canteras y enlazo con el camino ya conocido por la ruta: http://bikepedalvalencia.blogspot.com.es/2010/12/riba-roja-casinos-escalinata.html
pero hoy hago un pequeño desvío y subo hasta Domeño nuevo.
Quiero ver el
campanario de la iglesia, ya que es muy parecido al de los pueblos nuevos desplazados
que se crearon a raíz de la construcción del embalse de Loriguilla. Tanto
Loriguilla como Domeño e incluso Marines nuevo, este trasladado de sitio por la
riada, tienen una planta de pueblo similar, muy cuadriculado y con una vida muy
activa en torno al centro del pueblo donde suele estar la iglesia y
ayuntamiento. Efectivamente tampoco tiene mucho más que ver, salvo que la vida
es mucho más tranquila que en los pueblos tradicionales, también es cierto que
son bastante más pequeños.
Vuelvo al río, la rambla, aunque solo lo sea en
época de lluvias, para dirigirme hacia el verdadero río, el Turia.
No llegaré
hasta él ya que antes de la gravera por donde he cruzado esta mañana, tomo una
salida hacia la carretera y bajo hasta el Mas del Río, una elegante y grandiosa
masía que aún conserva la actividad agraria de los campos circundantes.
Al otro
lado del río el Mas dels Frares que también conserva su actividad. Luego por el
camino agrícola asfaltado hacia Vilamarxant pasando por dos preciosas masías
una a cada lado del camino.
Una de ellas conserva los elementos típicos de una
ermita o iglesia y también tendré que consultarlo con mi amigo Vicente a ver
qué sabe de esto o qué puede averiguar. Continúo pasando por la paralizada
CV-50 que curiosamente hizo casi antes el carril bici que la carretera, ¡¡¡ eso es
tener previsión y altura de miras, si señor !!! después llego al cruce de la
carretera de Vilamarxant a Llíria, hoy no voy a dar el rodeo para evitar el
cruce, lo hago con precaución y viendo que no hay coches a la vista me animo a
rodar por la carretera recta hacia Benaguacil y tomar el desvío hacia Vilanova
y la balsa de riego, el camino de Zampa y lo más recto posible a Riba Roja.
Solo
queda una última parada antes de llegar a casa. Por este camino hay una especie
de viejo pozo con una cúpula característica que he visto otras veces y que hoy
me propongo encontrar. Lo hago tras una casi doble curva izquierda derecha,
este segunda muy cerrada y junto a una parcela con pinos a mano izquierda.
El
siguiente camino a la derecha me lleva hasta este pozo o aljibe de curiosa
construcción, ya solo queda llegar a casa y reponer líquidos antes de la ducha
calentita, y después a preparar la siguiente ruta.
Track de la ruta: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5912398
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